Vale al Paraíso / Jarrito viejo dónde te dejaré
Jarrito nuevo dónde te podré. Jarrito viejo dónde te dejaré.
Es una espina de rosas. Vive del presente cierto. Atrás dejó el futuro incierto.
Equivale a la vieja madera de la ardiente fogata. Al eje de antiguos amigos y confiables charlas de café. Al añejo vino para paladear. Y al manantial de las potentes aguas del saber.
Se le admira como a las antiguas obras de arte. Los automóviles de colección.
Los valiosos objetos de la abuela. Las maquinas de escribir de 1954 encontradas en los tiraderos “de viejo”. Y las visitadas catedrales europeas.
Las arrugas en la frente del adulto mayor son las persianas de la recorrida vida, se abren para ver el sol y se cierran para ignorar el desprecio, signo del evidente fracaso de la civilización contemporánea sumergida en la posmodernidad del aquí y del ahora, de avanzar aceleradamente hacia el futuro sin disfrutar la belleza del presente, de olvidar el enriquecedor pasado para volver a tropezar con las mismas piedras, y de ambicionar los caudales monetarios para sumarle a la bonanza sin límite.
La historia de hoy es un buen ejemplo de esto último.
El jueves 22 de diciembre del año pasado, el pleno de los diputados al Congreso del Estado de Aguascalientes aprobó por mayoría la Ley de Ingresos 2017 del Municipio de Aguascalientes, para darles una puñalada trapera a los adultos mayores, muy reconocidos en los huecos discursos oficiales, como los del incongruente diputado Iván Sánchez Nájera.
El acta de la sesión consigna que Alejandro Mendoza Villalobos votó en contra del dictamen de la ley; Nidia Acosta Lozano, Josefina Moreno Pérez y David Nájera Moreno se abstuvieron; y Citlallli Rodríguez González solicitó permiso a la mesa directiva para ausentarse de su trabajo, por el cual le pagan, y bien.
El aprobado artículo 30 del citada ordenamiento legal —regulador de la aplicación de los descuentos en el pago del Impuesto a la Propiedad Raíz (predial)—, deja fuera del descuento del 50 por ciento a los adultos mayores poseedores de una vivienda cuyo valor base no exceda de tres millones de pesos, como si después de tres décadas, quizá cuatro, de arduo trabajo y esforzada dedicación, fuera un delito a castigar en tiempos de espiral inflacionaria, dólar caro y precios al consumidor en las nubes.
Por un lado, la administración de Carlos Lozano de la Torre, antes de entregar el desastre, actualizó los valores catastrales; por el otro, esa insensible mayoría de “representantes del pueblo” exime del beneficio a un segmento pequeño e importante de la población: el de la experiencia en vida.
Reconocedores de su dislate, los diputados pretender enmendar la torpeza legislativa, al presentar una iniciativa para reformar el artículo 30 de la ley, a fin de incluir al ahora marginado grupo de adultos mayores en el beneficio del 50 por ciento.
El documento ya transitó por la aduana municipal de Aguascalientes. La alcaldesa Tere Jiménez propuso al cabildo su opinión favorable, en congruencia con la palabra empeñada en el discurso de toma de toma de protesta: “Conmigo cuentan los adultos mayores (mujeres y hombres), cuya sabiduría me inspira a construir una sociedad más justa y equitativa”.
El joven regidor Mauricio González López desplegó sus banderas. Se sumó a la postura de la alcaldesa Jiménez; al fin, los «viejitos» son su prioridad. Me consta por sus gestiones ante el secretario de Finanzas de la Presidencia Municipal de la capital, para sumarles más apoyos económicos a este vulnerable segmento.
“Merecen todas las consideraciones de una comunidad a la que durante muchos, pero muchos años, le han aportado trabajo, capacidad, talento y experiencia”, manifestó González López a manera de homenaje en la sesión celebrada el reciente lunes 20.
En contra partida, el regidor Netzahualcóyotl Ventura Anaya le niega su calor humano a los reyes del hogar al votar en contra de la propuesta, por considerarla “discriminatoria”.
La mayoría, con su voto responsable, vio con simpatía, dio su beneplácito, a la iniciativa de reformas.
De acuerdo a las cifras de la Secretaría de Estadística alemana en 2050 el porcentaje de personas mayores de 65 años crecerá a 16 por ciento desde el 7 por ciento que se registraba en 2000, debido a la baja natalidad, esperanza de vida y avances en la salud.
Gobernantes y políticos debieran considerar este preocupante dato para preparar el porvenir de un mundo cada vez más viejo.
Hoy, los de sesenta y más, somos libres. Independientes. Autónomos. Muchos vivimos en la felicidad, en la mundana, no hay de otra. Nos reinventamos en los quehaceres profesionales. Somos dueños de nuestras propias decisiones.
Cortamos las ataduras de los 30, 40 y 50 años de edad. Heredamos a la descendencia las preocupaciones familiares. Los nuestros están encauzados.
Son los orgullosos frutos del árbol. A ellos les corresponde la responsabilidad de los nietos, de la sangre de nuestra sangre.
La vejez pasa por la juventud. La juventud no tiene la seguridad de llegar a la vejez. Es una privilegiada diferencia, ¿no cree usted?
Porque alguien tiene que escribirlo: Hasta la próxima.
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